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Los empresarios que ya han sido víctimas de un ataque de hackers conocen la sensación de impotencia cuando toda ayuda llega demasiado tarde y no queda más remedio que minimizar los daños del ataque a posteriori. Quienes deseen protegerse a sí mismos y a su empresa de las consecuencias de un ataque de hackers y dormir mejor por la noche, pueden conseguirlo con la ayuda de las pruebas de penetración.
Las pruebas de penetración (también llamadas pen testing) son un proceso en el que un experto en seguridad autorizado intenta identificar las vulnerabilidades de un sistema informático, red, aplicación o ubicación física intentando penetrar en el sistema y saltarse las medidas de seguridad.
¿Cómo ayudan las pruebas de penetración a prevenir los ataques de hackers a su empresa?
El objetivo de una prueba de penetración es evaluar los puntos fuertes y débiles de un sistema en cuanto a sus mecanismos de seguridad. Esto ayuda a las empresas y organizaciones a identificar sus vulnerabilidades de seguridad antes de que lo hagan los atacantes malintencionados. Una prueba de penetración también puede ayudar a evaluar la eficacia de las medidas de seguridad, cerrar posibles puertas de entrada y garantizar el cumplimiento de los requisitos de los reglamentos y normas pertinentes.
¿Cuáles son los diferentes tipos de pruebas de penetración?
Existen diferentes tipos de pruebas de penetración que pueden realizarse en función de los requisitos de la empresa u organización. Algunos de los tipos más comunes de pruebas de penetración son:
Pruebas de caja negra:
En una prueba de caja negra, el probador no tiene conocimiento del sistema y debe actuar como un atacante externo. El probador intenta penetrar en el sistema y saltarse los mecanismos de seguridad sin acceso ni conocimiento previos.
Pruebas de caja blanca:
En este caso, en cambio, el probador tiene un conocimiento detallado del sistema y de la arquitectura subyacente. Puede ver el código fuente, el diseño de la red y otra información importante sobre el sistema.
Pruebas de caja gris:
En este caso, el evaluador tiene un conocimiento parcial del sistema. Puede tener un acceso limitado al sistema, por ejemplo, como usuario autenticado o como usuario restringido.
Pruebas físicas:
Las pruebas físicas consisten en intentar acceder físicamente a un edificio, sala de servidores u otra zona protegida. El probador intenta acceder burlando mecanismos de seguridad como cerraduras, sistemas de control de acceso y sistemas de vigilancia.
Pruebas de ingeniería social:
Se refieren a los intentos de explotar debilidades humanas como la confianza, la codicia, la ingenuidad o el descuido para acceder a información o sistemas sensibles. Se trata de engañar a una persona para que revele información sin saberlo o realice acciones que ayuden a un atacante a entrar en un sistema.
Red-teaming:
Red-teaming es un método de pruebas de penetración que utiliza un enfoque «adversario» para ver y probar un objetivo desde una perspectiva maliciosa. Permite a una organización identificar una gama más amplia de riesgos de seguridad probando su propio sistema de seguridad de una manera mucho más similar a un atacante que una prueba normal. Las pruebas de red-teaming pueden ser una combinación de ataques técnicos, físicos y sociales destinados a identificar vulnerabilidades o agujeros de seguridad que un atacante podría explotar.
La elección de la forma de la prueba depende de los objetivos y requisitos de la misma. Una prueba de penetración también puede realizarse como una combinación de diferentes formas de prueba para identificar y eliminar todas las vulnerabilidades del sistema.
¿Cuándo debería una empresa realizar una prueba de penetración?
Por lo general, una empresa debe realizar una prueba de penetración cuándo desea comprobar o mejorar sus medidas de seguridad. Este puede ser el caso en los siguientes supuestos:
Antes de introducir nuevos sistemas:
Una empresa debe realizar una prueba de penetración antes de introducir nuevos sistemas o aplicaciones en su red para asegurarse de que no existen vulnerabilidades conocidas que puedan ser explotadas por posibles atacantes.
Después de implantar nuevas medidas de seguridad:
Una empresa debe realizar una prueba de penetración para verificar que sus nuevas medidas de seguridad son eficaces y que pueden proteger contra las últimas amenazas y técnicas de ataque.
Después de una actualización del sistema o de la red:
Una empresa debe llevar a cabo una prueba de penetración para asegurarse de que las actualizaciones realizadas no abren ninguna brecha de seguridad ni exponen vulnerabilidades existentes.
En algunos sectores, las pruebas de penetración ya son obligatorias. Las aplicaciones sanitarias digitales (DiGA), por ejemplo, requieren la certificación del SGSI según la norma ISO 27001, y la realización de pentests en este caso es un requisito previo necesario para figurar en la lista de proveedores certificados de DiGA.
Es importante señalar que las pruebas de penetración son una instantánea de la seguridad informática de un sistema. Por lo tanto, las empresas no deben asumir que su sistema es seguro sólo porque se haya realizado con éxito una prueba de penetración. Por el contrario, deben realizar pruebas periódicas y mejorar continuamente sus medidas de seguridad.
¿Cuáles el proceso de una prueba de penetración?
El proceso de una prueba de penetración puede variar en función de los requisitos y objetivos de la prueba, pero generalmente incluye los siguientes pasos: